Pues es un diseño que ha decido la propia madera.
Primero, para rematar el salón que es todo arce, era claro de que madera usar.
Así empecé: con tablas que llevan un ano en el taller.
Eran bastante torcidas y para no desgastar demasiado con la cepilladora, las corté en piezas más aproximadas a las dimensiones que necesitaba.
Luego encontré un gusanillo en un largo, y ya no tenía lo suficiente para puertas de toda la altura.
Así decidí poner un panel decorativo que además podría llevar el timbre, que estaba por allí sin que sabía que hacer con ello.
El marco es de 4 listones encolados. Llevan rebajo en los extremos para alinear. A este marco pegué 4 piezas con inglete. A estas había rebajado 1x10 mm para que encajaba con el marco. Más hay una pieza horizontal. Su ensamble es un tipo de half-lap convertido en caja y espiga por el conjunto.
Hice un marco en pino con ensambles half-lap para el hueco, con rebaje para el panel que luego queda atrapado por un listoncillo decorativo de arce y niangon. Antes de colocar el panel quité un hueco para el timbre con la fresadora.
Ahora para las puertas. Madre mía cómo combaba la madera! Cada vez que lo rectifiqué volvería el día siguiente a un plátano! Así tres paneles por puerta, no los dos que planteaba. Habría hecho espigas cortitas en la misma ranura donde van los paneles pero con la madera así no lo atrevía, así espigas largas arriba y abajo y espigas con cuna en el medio.
Por último, los paneles. De nuevo madera muy difícil, difícil a deshilar, imposible a cepillar tanto por la veta como la curvatura. Así a lijar.
Unos errores por aquí y allá pero más o menos contento. Algun miscalculo por anchura, creo que las puertas comen demasiado al marco, pero bueno, acabado, menos un par de pomos que haré de niangon con el torno.