Espesor crítico en piedras de afilar

Hola,
una sobre piedras:

Necesariamente las piedras de afilar se desgastan y cuando llegan a cierto espesor pueden romperse debido a la presión que se ejerce sobre ellas al afilar. Para evitarlo es frecuente pegarlas a una superficie rígida (una base de madera, por ejemplo) para prolongar su vida útil y utilizarlas hasta que se agoten por completo.
La cuestión es acerca de ese “espesor crítico” donde, llegado a ese punto (X milímetros), conviene proteger las piedras pegándolas a una base.
Entiendo que existen multitud de tipos, marcas y procedencias con diferentes medidas y cualidades (grano, dureza…) y que el espesor puede variar dependiendo de cuál se trate, por eso querría saber vuestra experiencia sobre casos concretos, con los datos de la piedra (marca/fabricante, grano del abrasivo, dimensiones) si es posible.
Para ser más precisos pregunto sobre piedras de agua (no de aceite) japonesas, de fabricación industrial (no naturales) y cerámicas, aunque es de agradecer experiencias sobre todo tipo y condición.

Por ejemplo, tengo una piedra de agua Shapton Ha-no-kuromaku de grano 320 desde hace tiempo. Las medidas de fábrica son 210 mm x 70 mm x 15 mm, es decir, el espesor de esta línea de piedras es algo más reducido en comparación con otras aunque, como contrapartida, son más duras. A día de hoy, el espesor va por los 10mm y probablemente la pegue a una base de madera llegados los 7-8 mm aunque dependerá de la sensación de fragilidad que perciba y de las posibles respuestas a estas líneas.

Otro caso. La piedra de agua combinada King 1000/6000, tan extendida, que se comercializa con unas medidas totales de 207x66x34mm. Realmente no la volvería a comprar en la versión combinada por lo que cuento a continuación. Después de un par de años de uso la cara de grano 6000 se agrietó y rompió llegado al espesor de los 3mm debido al método de unión. Ambas caras están unidas por una especie de silicona sólo en la parte central cuando, en mi opinión, debería estar pegada en toda su superficie de contacto. Esta falta de adhesivo en las esquinas y laterales las convierte en zonas sensibles a la presión cuando el espesor disminuye. Además, entre ambas caras para separar los granos hay un marco de plástico que va haciendo mella en las esquinas volviéndolas más frágiles. En el momento de la rotura la otra cara, de grano 1000, tenía 7mm de espesor y como se trata de una piedra relativamente blanda la pegué a una base de madera. Adjunto fotos:

Insisto en que es bienvenida cualquier experiencia. Gracias por leer esta parrafada.
Saludos

Igual no estoy entendiendo bien lo que dices, pero si ya cuentas con pegarlas a una base en el futuro, ¿no será mejor pegarlas ya desde el principio?

Lo mismo iba a decir yo, pero te has adelantado fsanchez.

Gracias a los dos por responder.
Para mí no tiene sentido pegarlas a una base desde el principio porque eso las haría menos manejables al añadir volumen y peso. Si lo hago es por necesidad: para que no se rompan cuando llegan a cierto espesor. El objetivo es retrasar lo más posible esa acción. De ahí que me interese conocer otras experiencias sobre casos concretos.