Cepillo. Regalo de un amigo que tuvo nuestra afición durante cinco minutos.
No es una obra del diseño que acabe en el MOMA.
Es más, el diseñador nunca ha visto la madera ni nada parecido.
Pero me dió pena. Siempre criticado, despreciado.
Cualquier espontáneo merece una oportunidad.
El espontáneo realiza varios lances con absoluta dignidad. Sin miedo. Con decisión. Con ganas de gustar al respetable.
Aplausos sinceros, se agradece la voluntad. El chaval, saluda.
Oleeeeee, maestro.
Ante la acometida del Abanto vizco, astisucio y tras no acudir al engaño, el maestro con templanza llevándolo hacia las afueras realiza los diferentes pases para rematar la faena con un estoque en la cruz .
, pañuelos blancos ondeando en los tendidos. Dos orejas y salida por la puerta grande a hombros.
Pepet que buena presentación y las fotos claras, limpias y luminosa.
Ni la suela, ni la cuchilla, ni elemento alguno del cepillo han sido modificados o alterados. Del cajón al ruedo. Nota para los sensibles (que por aquí hay alguno que enseguida se va llorando a la Seño):
Ningún animal ha sufrido daño durante la realización de este tema. Bueno, uno sí, yo, que por el mango de agarre tan chungo llevo una ampolla (con perdón) del 25.
Pues para este trabajo así en bruto ha dado muy buen resultado.
Evitas machacar los filos de los “buenos” con restos duros de cola, desniveles y demás guarrerías.
Si la superficie que ha cepillado está con restos de cola e irregularidades de la madera en bruto, no se pueden esperar virutas largas y bonitas no? Al menos hasta que no esté la superficie completamente alisada y nivelada.
Es un mero suponer dentro de mi corta experiencia.