**OJO: rollo atorrante **
Como todos sabemos, el movimiento de la madera depende de los cambios de humedad. Al secarse se encoge, y al absorber humedad se hincha Sabemos también que no lo hace de manera uniforme, sino que el mayor cambio siempre es mayor en sentido tangencial, algo menor en sentido radial y mucho menor en sentido longitudinal. Esto afecta a los cambios de tamaño y forma de cada pieza.
Hay información tabulada en muchos sitios con la que podemos saber cuánto se mueve cada tipo de madera. De esta forma podemos calcular con bastante exactitud qué holguras dejar al diseñar un mueble o cualquier estructura de madera, por ejemplo.
Pero para poder usar esos datos, necesitamos saber qué humedad tiene la madera, y sobre todo cuál será la humedad mínima y máxima que tendrá en el sitio donde se vaya a utilizar el mueble (o la talla o lo que sea que hayamos hecho).
¿Cómo averiguar esa humedad? La forma más común es usar un hidrómetro, que normalmente es un aparatito con unos pinchos en un extremo, que al clavarlo en la madera aplica una corriente y mide la resistencia de la madera. Cuanta más agua tenga, mejor conduce la electricidad, así que el aparato sólo tiene que aplicar una fórmula muy sencilla que relaciona resistencia con humedad. De hecho, con un buen polímetro también podríamos calcularlo; por ejemplo 630 megaohmios equivalen a un 10% de humedad aproximadamente, 11 megaohmios serían un 16%, etc.
Sin embargo estos aparatos son caros (los medianamente buenos ya pasan de 200 €), y sólo nos indican la humedad que tiene una pieza en un punto concreto. Es común que midiendo un tablón con un hidrómetro obtengamos diferencias de un 2-3% entre diferentes puntos. Y lo más importante: saber la humedad que tiene no nos permite predecir cuál tendrá en el futuro.
Hay otras maneras de medir la humedad, pero hay una especialmente interesante. La humedad que tiene la madera depende siempre de la humedad relativa del aire. O sea, de cuánta agua hay en el aire, comparada con el máximo en el que empezaría a condensarse a esa temperatura (que sería el punto de rocío).
Si el aire está más caliente puede contener más agua, y si está más frío, menos agua. Por eso en invierno, al haber más calor dentro de las casas, el aire tiene una humedad relativa mucho menor que en verano y los muebles se encogen. En verano pasa lo contrario, dentro de casa hace más frío, por tanto la humedad relativa es mayor y la madera se humedece.
Lo más importante es lo siguiente: la relación entre la humedad relativa del aire y la humedad de la madera es siempre la misma. Por ejemplo, si la HR del aire es del 45%, la madera tendrá un 10% de humedad. Con un HR del 35% tendremos un 8% de humedad, etc (Si encuentro una fuente completa de estos datos aparte de escanear Understanding Wood os la pego aquí más tarde )
Lo único que nos falta por saber es cuánto tiempo tardará la madera en llegar a ese grado de humedad, porque el cambio no es instantáneo. Podemos calcularlo fácilmente con la siguiente fórmula:
t = L² / D
Donde:
t es el tiempo que tarda la madera en llegar al 63% del cambio necesario para la estabilización
L² es el cuadrado de la mitad del grosor de la tabla
D para no liarnos, podemos contar con que vale siempre 1x10^-6 cm²/s
Escrito más sencillo: t = L² x 1.000.000
Entonces, si una tabla de 4 cm de grosor viene con un 18% de humedad y en nuestro taller tenemos un 8% (HR 35%), sabremos que: t = 2² x 1.000.000 = 4 millones de segundos. Más o menos un mes y medio.
En ese mes y medio, se habrá hecho el 63% del cambio. O sea, como tiene que bajar un 10%, habrá perdido un 6,3% y estará en 18 - 6,3 = 11,7% de humedad. Pero por supuesto, lo que queremos saber es el tiempo necesario para que se estabilice al 8%. Si empleamos unos minutos en hacer el cálculo, podemos ver que:
1t: 63%
2t: 86,31%
3t: 94,93%
4t: 98,12%
5t: 99,30%
6t: 99,74%
7t: 99,90%
8t: 99,97%
A efectos prácticos, en 3t vemos que es un 94,93%, que ya es bastante aproximado. O sea, en nuestro ejemplo, pasados 4,5 meses el tablón tendría una humedad del 8,5%
Por supuesto no todas las maderas son iguales, pero la inmensa mayoría se comportan así en un entorno del ± 20% de este cálculo.
Una vez que sabemos que la madera está estable en nuestro taller, podemos trabajar con ella. Sólo deberemos tener en cuenta cuál es la humedad relativa normal en el sitio donde va a utilizarse. Por ejemplo, en mi casa en Madrid hay una HR de un 40% en invierno y 55% en verano, o sea, entre un 8% y un 10% de humedad.
Por ejemplo, en mi casa una tabla de haya de 20 cm de ancho tendría una variación de 1,7 mm. Una tapa de una mesa hecha con 6 tablas de haya de 20 cm podría variar hasta 1 cm entre verano e invierno (juas )