La teoría es que con la fricción entre serrín y plástico se puede crear bastante electricidad estática dentro del tubo, y podría inflamarse. Al ser metálico (o tener un conductor metálico dentro, por lo menos), los electrones pueden moverse con mucha libertad y no se producen esos desequilibrios.
Es cierto que al mezclar ciertos materiales en forma de polvo con aire, se consigue una composición muy inflamable y hasta explosiva (pasa igual con la harina o el azúcar, por ejemplo). Peeeeeero, eso es cierto en casos extremos, con volúmenes mucho más grandes que los que puede haber en un taller normal y situaciones muy particulares.
En la práctica para un taller de madera normal no hay de qué preocuparse. Además, si los tubos fueran realmente peligrosos, las bolsas de plástico que usan la mayoría de los aspiradores de taller lo serían mucho más, etc.
Aquí puedes encontrar una explicación muy buena sobre por qué lo de evitar el PVC es un mito: woodcentral.com/articles/shop/articles_221.shtml