[size=150]Cómo reparar la boca de un cepillo de madera con un “parche” o “banda de desgaste”[/size].
He estado buscando información sobre cómo cerrar la boca de un cepillo de madera colocando un parche o “banda de desgaste” y, al no encontrar por aquí algún hilo sobre el tema, decidí sintetizar lo encontrado, por si a alguien le interesa, quiere aportar alguna idea o completar algún aspecto. No pretendo recoger un único método ni una recopilación exhaustiva: más bien, el objetivo es apuntar diversos procedimientos para encontrar el adecuado en cada caso. En un principio podría parecer que es algo sencillo pero, a nada que profundices, las variaciones se multiplican…
DIFERENTES PROCEDIMIENTOS. Los cepillos de madera necesitan atención con mayor frecuencia que los metálicos, se desgastan con más facilidad y son más sensibles a los cambios estacionales, de temperatura, grado de humedad, etc. El desgaste sigue ciertas constantes y suele localizarse en determinados puntos. Con el uso prolongado, el mayor desgaste se encuentra delante de la boca y el cuerpo tiende a volverse en forma de cuña… Consecuencia: necesitan ser igualadas de vez en cuando (la frecuencia dependerá de la estabilidad de la madera). La forma más extendida de aplanar la base es pasar el cepillo sobre otro cepillo sujeto al revés en un tornillo de banco. También se puede utilizar papel de lija fijado sobre una superficie plana, si es poca cosa. Con cada aplanado la boca del cepillo se ensancha, provocando que el cepillo corte peor y dificultando sacar virutas finas. Existen diferentes procedimientos para repararlo. En algunos cepillos de madera conviene reemplazar por completo la suela y en otros basta con un parche que cierre la abertura de la boca. Otro procedimiento consiste en insertar sobre la cama, detrás del hierro, una lámina delgada de cobre, madera o cuero, para calzar el hierro lo suficiente, procurando que la cuchilla quede lo más estable posible, para que no vibre. Incluso, en determinados cepillos (japoneses) se puede parchar la cara anterior de la lumbrera cerrando así la boca.
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ELECCIÓN DEL PARCHE. Hay quien usa un trozo de madera, o una tira de latón. Hay quien coloca la pieza de madera con el mismo sentido de la veta del cepillo o perpendicular a ésta. Hay quien emplea una madera de igual o diferente densidad… Resulta complicado decir cuál es mejor: cada caso tiene sus ventajas e inconveniente. Lo habitual es seleccionar un trozo de madera que coincida con el cuerpo del cepillo, lo más parecido en especie y grano (anillos de crecimiento, la dirección de la fibra,…). Si la boca se cierra así, aplanar la suela, en un futuro, es tan sencillo como cepillarla. Por eso es recomendable prestar atención a la dirección de la fibra del parche en su relación con el grano de la base. Aquí, un inserto de metal complicaría esta operación. También podría “marcar” la madera a cepillar, perdiendo una de las ventajas de los cepillos de madera frente a los metálicos.
En cambio, con una “banda de desgaste” metálica el deterioro se reduce considerablemente. Y si tenemos presente la suela de los cepillos japoneses, que no son planas, observamos que lo necesario es una buena alineación de determinados puntos clave: en frente de la hoja (en la “banda de desgaste”) e inmediatamente tras la cuchilla, y en ambos extremos, por delante y detrás de la base del cepillo, para mantener la planitud y el ángulo. De esta forma, añadiendo piezas metálicas en estos puntos se podría minimizar el desgaste y mejorar el funcionamiento del cepillo en cuestión.
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FORMA DEL PARCHE. Tras decidir el método y material, empezamos cortando el parche con el tamaño y la forma deseada. El parche puede ser rectangular, trapezoidal, con la parte delantera en forma de “V”, etc. El extremo posterior del parche debe ser un poco más largo de lo necesario, cerrando la boca un poco más de lo deseado (para ajustarla al final). El espesor es variable, entre 5 y 9 mm si se trata de madera.
Algunas formas (trapezoidales) contribuyen a que el parche se mantenga en su sitio y no se deslice al pegarlo. Por su parte, el parche en forma de “V” que se extiende con los lados paralelos hacia la boca y termina con la parte de atrás paralela a ésta, minimiza el desnivel que pueda surgir por desgaste en la transición entre cuerpo y parche.
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INSERCIÓN DEL PARCHE. A continuación, se presenta el parche sobre el área donde va a ir colocado y, manteniéndolo fijo en su lugar, se traza su perímetro con un cuchillo marcador. Retiramos el parche y, cuidadosamente, quitamos la madera del interior del perímetro hasta una profundidad ligeramente menor que el espesor del parche. Se puede utilizar una fresadora, o simplemente un formón y terminar con un cepillo tupí para obtener una profundidad uniforme. Luego, se ajustan bien los lados de la cavidad, se limpia y comprueba que el parche encaja.
Con un inserto de metal, no sé si podría haber problemas con la expansión y contracción del cuerpo de madera.
FIJACIÓN DEL PARCHE. El parche debe ajustarse bien pero ha de entrar sin forzar; en ese punto, se pega sujetándolo en su lugar y esperando el tiempo de encolado. Se puede fijar con adhesivo y/o con tornillos de cabeza avellanada, si se prefiere. En cuanto a los adhesivos hay una gama muy diversa: cola de resina alifática, cola de poliuretano, adhesivos epoxi de dos componentes tipo Araldite,… generando uniones más o menos fuertes. Elegimos el más indicado en función de los materiales a unir.
NIVELADO DE LA BASE Y APERTURA DE LA BOCA DEL CEPILLO. Después de que el adhesivo haya secado, se elimina el sobrante del parche con un cepillo. También se puede aplanar pasándolo sobre un papel de lija, muy suavemente.
Para terminar se abre la boca eliminando el sobrante del inserto con ayuda de un formón y/o con la propia cuchilla del cepillo, montándola luego en su lugar y probando, de vez en cuando, hasta que la apertura de la boca sea satisfactoria. Es mejor no pasarse: siempre se puede ampliar la boca ligeramente más tarde.
Si el inserto es metálico, emplearemos papel de lija en vez de cepillo para nivelar la base y limas planas para los ajustes de la boca.
FUENTES Y REFERENCIAS.
Parte de la información procede del libro The Handplane Book de Garrett Hack.
Las fotos están acompañadas, en lo posible, del enlace a la web de sus autores para más información.
