Tienes por ahí la marca / modelo de esa máquina? en la foto parece muy pequeña pero igual es engañosa.
Lo que come en cada pasada es más complicado de lo que parece. La parte obvia: cuanto más basto sea el grano más material come y peor es el acabado. Si tienes dos o tres grupos puedes usarlos a la vez y poner por ejemplo grano 80 - 120 - 180, o incluso 80 - 180, y una tabla bien cepillada ya puede salir preparada para darle el acabado.
Pero por otra parte los rodillos de calibrado o lijado intermedio de las lijadoras (grandes) son normalmente blandos, en parte para dejar un acabado mejor pero sobre todo para limitar las marcas que dejan las uniones de la banda. Con bandas de lija de papel la unión no se marca mucho, pero con bandas de tela es más grueso y ya empieza a ser un problema. Las bandas de tela se suelen usar para calibrar (grano <= 100, normalmente el primer grupo) porque se pueden lavar y volver a usar, pero a cambio el acabado es algo peor (la distribución del abrasivo es más uniforme en el papel, aparte de lo de la unión) y lo de “se pueden lavar” no es tan chachi como parece 
Total que pensando en cuánto come la máquina en una pasada, no vale sólo razonar “subo la bancada mogollón y me como 1 cm de cada vez”
Primero porque si pones grano 40 o 60 te va a tocar dar varias pasadas más con granos más finos, cambiarlos en la máquina etc y al final lo mismo es más rápido hacerlo a mano. Y segundo porque al ser blando el rodillo en lugar de comer como si fuera un regrueso, se va a adaptar a la tabla y va a comer mucho menos de lo que esperas, y toca darle 5 pasadas para conseguir lo que querías.
Si la lijadora es sólo de rodillos es más normal que sean rígidos, con lo que salvo que sea madera muy blanda y grano muy basto, la propia distancia entre bancada y rodillo te limita todavía más lo que se come en cada pasada.
Si es imprescindible calibrar de verdad y tener un buen acabado en poco tiempo, la forma es usar una de 2 o mejor 3 grupos. Por ejemplo si estás haciendo tablas de cocina con bloques en testa (o tableros encolados con “escalones”, digamos, cosas que no puedes meter en el regrueso) y a la vez hay que corregir bastante la superficie y tener buen acabado, no te queda otra.
Pero si se trata de lijar tablas normales, y el trabajo consiste sólo en eliminar las marcas de cepillado para poder dar un acabado, entonces la cantidad de material que tienes que quitar ya queda en un segundo plano, y es más importante la combinación de granos y el afilado de las cuchillas del regrueso 
En cualquier caso es mucho mejor hacer el 99% del trabajo en el cepillo / regrueso, y usar la lijadora para lo que es: eliminar las marcas de cepillo y otras máquinas y dejarlo preparado para dar el acabado. Con una rotorbital cambiar la lija te lleva unos segundos; con una máquina de estas lo mismo son unos cuantos minutos en el mejor caso. Cuanto más grandes sean las lijas y más grupos tenga la máquina, menos veces hay que cambiarlas, más dura sin embotarse y más barata es cada banda en comparación con la superficie. Más tiempo y dinero que te vas a ahorrar.
Si el tiempo es de un empleado / socio con nómina entonces puedes calcular más o menos fácil el gasto que te merece la pena. Si es “sólo” tu tiempo ya pasa a depender más de las horas que te quieras pasar en el taller 
