Juguete nuevo

Me ha costado 12€ en una ferretería no muy “decente”, pero me viene perfecto para aprender a ajustarlos y demás, le daré un buen repaso y lo modificaré por todos lados hasta dar con la clave.


Si no me equivoco ese cepillo es del bricomart, es un numero 3, la cuchilla tiene 45 mm de ancho. Ya me contaras como te va, por que estuve muy tentado a comprarlo para probar a rectificar la base y afilar la cuchilla a modo de practica, pero al final me decidi a esperar y acceder a uno de mas calidad, pero tampoco Lie-nielsen, un Dick creo que sera suficiente para mis conocimientos.
Lo dicho, a ver que te sale de ahi y si han merecido la pena esos 12 euros.
Saludos

De momento ya me he dado cuenta de que la cuchilla no vale ni su peso en aire… Le voy a cambiar por una con un acero de mejor calidad que hay por el taller

Hombre con 12 € en occidente no pagas ni el precio de la fundicion,un cepillo de estos solo justifica su compra si no te importa tirar el dinero…o para tenerlo en el taller y alguien te pide un cepillo dejarselo y asi conservas los buenos :think: :think: .
ponle la escuadra en todos los lados y mira la suela si no esta revirada muchos de estos vienen con la fundicion irreparable.

Eso es, como este descuadrado no te molestes en hacerle nada… Pisapapeles bonito nada mas.
Yo personalmente he comprado varios Stanley de segunda mano en eBay y he aprendido latin ajustandolos y poniendolos bonitos.
La satisfaccion personal es enorme y el cepillado una gozada… y lo mejor, por cuatro duros.
Ahora bien, te llegan que dan ganas de llorar, hay que meterles horas :laughing:

Ayer vino a verme al taller un amiguete y colega. Traía un cepillo que había comprado en Bricomart por 13 y pico, para afilarlo. Nada mas verlo me acordé del tema este.


Es un nº 4 de la marca " ". Lo pusimos encima de la cepilladora para ver como tenia la suela y después de reírnos un rato decidimos que seria mejor tomar una birra. Le dije “déjalo por ahí, a ver…”; pero lo que realmente estaba pensando era que “teniendo amigos así, para que quiero enemigos”. Por desgracia, esta mañana seguía estando allí. Se me ocurrió que podía tirarlo y decirle que lo había perdido, pero como tenia el día un poco tonto pensé que podía ser un buen entretenimiento.
El desescuadre de los cantos decidí que no tenia importancia, ya que tampoco es un cepillo adecuado para cantear. El de la boca ya me ofendía un poco mas, pero como tiene un mecanismo de ajuste con una corredera y algo de holgura, la cuchilla si podía quedar escuadrada, aunque la boca es mas ancha por un lado. El contrahierro tiene coña, por su delgadez y forma; pero lo aprieta la cuña al cerrarla y acabó pareciéndome ingenioso.
Empecé con la suela; unas pasadas con la banda de lija, y nada. Pues lima, y si no, radial. Con la lima fue suficiente. El mango estaba flojo y no apretaba, pero tenia que quitarlo igual para ajustar el soporte de la cuchilla. Luego un poco de esmeril en la primera vuelta de la rosca, un poco de aceite, un poco de suavizado mediante “aprieta y afloja”, y quedó perfectamente.
La cuchilla, ja ja; que por detrás parece que la hayan cortado a motosierra. Pues nada, piedra de asentar y a pulir. El bisel está hecho, con afilar bastará.Pues no. Segunda pasada y que si quieres. Y dos o tres pasadas después empiezo a cabrearme; hay que tomar otras medidas. Muela de agua y bisel nuevo. Vuelta a la piedra de asentar y, !sorpresa¡, ahora si; pero el acero no es bueno; rebaba enorme. Calma, suavidad. Afila, afina, pule. !Concho¡, ahora corta. Esto va bien; solo tengo que montarlo y ponerlo.
Si, ya, eso es lo que tu te crees. Caca mecanismo. Hay que asentar el contrahierro para que no se enganchen las virutas; fácil, un poco de lima, y a la primera resuelto. Lo monto y lo pruebo: falta hierro. Vaya, al aflojar la excéntrica de la cuña se suelta todo y se mueve. Sujétalo apretado y vuelve a probar; ahora sobra hierro. Y se vuelve a mover todo. Joer. Mira, hay un fleje remachado a la cuña, sobre el que aprieta la excéntrica; ¿y si lo estiro para que haga de muelle cuando aflojo la excéntrica, sujetará los hierros?. A probar, y !bingo¡. Ya puedo ajustar el hierro. Ahora mucho, quita un poco. Ahora poco. Otra vez mucho. Vaya por Dios, que rosca mas gorda, que poca precisión. Calma hombre, que eso se suple con temple y pulso. Ya, ya, ya está, lo conseguí. Pero ahora, ¿porqué rebota la cuchilla?. Porque tengo el soporte adelantado para evitar el desecuadre de la boca, y la cuchilla sale “al aire”. Esta me la sé; voy a apretar mas la cuña, y toma del frasco que he podido contigo.


Desgraciadamente, cuando conseguí llegar hasta aquí, la cuchilla ya no cortaba y tuve que volver a afilar. Eso si, la segunda vuelta ya fue coser y cantar. Fueron tres horas de profunda distracción que acabaron satisfactoriamente. Una mañana memorable, por el disfrute que me supone hacer cosas a mano. Para ganarme la vida uso máquinas.
Así que, !ánimo¡, que se puede sacar mucho de muy poco.
Saludos