Mis primeros armarios
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Pero bueno, muy bien, eso no es un taller, es un museo.
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Muy bonitos y con mucha personalidad. Y lo mejor: son la demostración de que rústico y mal hecho no es lo mismo.
Anda que no he visto cutreces que justificaban una mala fabricación con “es que son de estilo rústico”.
Enhorabuena.
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Son preciosos, enhorabuena
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Fenomenal, y las herramientas una gozada¡¡