La semana pasada, aprovechando un viaje a Madrid, estuve en Pazos. Fui con la intención de comprarme por fin mi primer cepillo. Al final, tras mucho mirar, estuve a punto de comprarme el stanley premium nº 62, que tenía un aspecto espectacular, pero por recomendación del que me atendió, al final opté por un stanley normal, nº 4 y uno de testas, el 9 1/2.
Esta semana espero darles un primer ajuste y afilado, y estrenarlos. Con un poco de suerte, este será el impulso para empezar varios proyectos más serios que llevo un año planeando. Ya os contaré.
Por cierto, como anécdota, cuando volví a casa y se lo enseñé a mi mujer, su expresión fue “ala! que preciosidad de herramienta!” y estuvo un rato toqueteándolo y admirándolo. Si es que hay que quererlas! 
Hola Marqués;
Disfrutalos y ya nos irás contando. Eso es buen gesto, de alguna manera te anima.
Un saludo