Esta frase dijo Nacho de la oficina co-working al lado de mi taller. Con una sonrisa entraba, buscando algo en una bolsa de plástico. Le puso encima de mi banco diciendo, “¿Que te parece?”
“Nacho, esta no es una gubia, es un formón,” le dije, con una media sonrisa.
“Oh” me dijo, un poco confundido.
Yo lo recogió para dar una vista y estuve bastante sorprendido a ver como ha sido afilado.
“¿Quien hizo esto?”
“El zapatero! Me costó 3 € para afilarlo.”
“Y que quieres que yo hago? Sería muy útil para abrir latas de pintura”
Entonces, compañeros, ten mucho cuidado si vengáis a Sevilla para afilar un formón- y no lo pongáis en manos de un zapatero.
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madre mía con el zapatero!
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zapatero a tus zapatos…
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Ideal para quitar gotas de pintura seca del suelo 
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