“Si quieres vender periódicos, no busques grandes noticias, busca un gran titular”.
Hace años ya trabajé con uno de estos seres. Creía que eliminando pared encontraría esa madera rojiza, preciosa. Torneé, y más y más quitando los agujeros.
Al final me quedé sin agujeros y sin piña.
Son prehistóricas, feas, hermosas, curiosas, divinas,
Hace un par de meses compré algunas y lo primero, al congelador. Suelen llevar mucha carcoma en superficie y en esos agujeros, a saber lo que hay dentro. Piñones ninguno, se los quitan.
Tengo unas que están sobre los 600 gramos y dos que pasan de los 1.200 gramos. Además pinchan. Te cae una en el cráneo y adiós.
Cuando vas torneado sale una pelusa aterciopelada que puede estar muy profunda, te comes la piña intentando quitarla.
Es imprescindible llevar gafas, saltan pequeñas esquirlas mujodías.
El serrín y virutas lo guardo para abonar los tomates. Soy Ecologista del Séptimo Advenimiento.
En vacío y con resinas coloreadas se hacen cosas curiosas.
Yo hago botes para ajos, y cosas así, nodoypamás. Pero los conservan muy bien.
Bueno, que pasas un rato cojonudo y te olvidas de la pena que da que la Familia se ha ido hoy y te vuelves a quedar sólo…
Torneadas en torno de metal, con plaquitas. Velocidad baja. Guarro pero cojonudo.
Pongo una foto de una pieza que estoy preparando en bronce, hecha después de tornear la piña y con la misma plaquita.
Perdonad mis trabajos, sólo soy un genial, extraordinario y humilde aficionado.