Hace poco he conseguido este encantador artilugio en excelente estado de conservación y totalmente completo, cosa habitualmente difícil, ya que lleva muchos componentes y tiene unos 95 años de antigüedad.
Se trata de un Stanley 45.
Como lo mío no es el coleccionismo y lo voy a usar, nada más recibirlo pensé en hacerle una caja para el día a día y así preservar la original.
La he fabricado con pino reciclado y el primer paso ha sido hacerle las ranuras para el fondo y para la tapa deslizante:
El estuche de cuchillas lleva 22 cuchillas en total para ranurar, rebajes, machihembrar y moldurar.
Estaban sin estrenar, así que tengo sesión de afilado por delante. Ya tengo 4 rectas y una de molduras afiladas, así como los estribos ( lleva dos, uno en cada patín) para hacer ranuras a través del hilo)
En definitiva un cepillo muy completo y una obra de ingeniería de la época.
Hoy han repicado las campanas del Monasterio.
te ha quedado una caja espectacular, ese cepillo lo merece.
Yo a ratos ando con ganas de uno pero después yo mismo me convenzo de q no le voy a usar, por eso te dije lo de wallapop por uno q vi, también he pugado por muchos en eBay, pero a la vista está q nunca gané.
En varias páginas yanki he leído sobre estos cepillos q te pasas más rato haciendo ajustes de la cuchilla y los topes q trabajando, no tengo ni idea nunca he tenido uno en las manos.
En realidad, todo lo que hace este cepillo se puede hacer con una fresadora, pero si te gusta trabajar a mano este cepillo tiene su encanto y es muy versátil.
Precisamente por eso tiene muchos ajustes, pero no es difícil de usar. El Stanley 55 sí es más difícil de usar.
Me empapé unos cuantos vídeos de YouTube y en cuánto lo recibí ya tenía una idea de cómo usarlo y para qué servían todos los ajustes que lleva.