Hola amigo! Bienvenido.
Vaya dilema planteas, tiene tela.
Yo te cuento un poco por encima por si te sirviera de algo.
He sido de los que se creyeron el cuento del emprendimiento y durante toda mi vida he estado montando negocios, algunos me han costado mucho más que dinero.
No me arrepiento de ninguno.
Tras el COVID tiré la toalla y decidí buscar un trabajo “normal” que me permitiera volver a montar algo. Lo hice y no salió como esperaba y cerré el pasado diciembre. La mala pata que poco después me echan del curro. Entre nosotros, bienvenida esa decisión, que les den con sal y arena.
Seguiré toda mi vida intentado esto y aquello, los que llevamos toda la vida así, adaptarnos a otro tipo de situación es complicado. Si pudiera, lo combinaría con un trabajo normal, creo que es lo más acertado.
Los que dicen que si no pones toda la carne en el asador no se puede, que o al 100% o nada o tonterías de ese estilo es gente que no ha pasado hambre ni ha visto pasarla a los suyos por sus metidas de pata en negocios.
Todo se puede hacer, yo me lo planteo de la siguiente forma:
- quieres emprender? Hazlo. Hoy, no mañana.
- no tienes tiempo por el trabajo? Busca otro trabajo. Hay trabajos con horarios especiales que te permiten compatibilizar. Lo que paguen es otra cosa, pero haberlos, los hay.
-que tu solo no eres capaz de dedicarle el 100%? Busca alguien.
El problema es estar en una nube y pensar: quiero montar algo, yo solo, ganar dinero desde el día 1, a lo grande, con el horario que yo quiera y que me deje tiempo para la familia y mis historias, que para eso me la juego. Pues no. Así no va.
No te quiero desanimar, todo lo contrario. Pero que hagas lo que hagas, los pies en la tierra. Y si ya has tenido la oportunidad de conocer el negocio desde dentro, tienes ganado un recorrido larguísimo.
En fin, vaya tostón. No se ni lo que he puesto.
Unas cañas a vuestra salud!