Hola a todos!
La utilización de madera en el exterior en un clima atlántico como es el gallego siempre ha sido motivo de controversia. Aún hoy las caras de muchos propietarios se tuercen cuando les hablas de una fachada realizada en madera. Por eso quería traer a este foro nuestra última actuación arquitectónica, en la que hemos utilizado madera para la envolvente de la vivienda.
La casa en cuestión es ésta:
Nuestra tarea era rehabilitarla energéticamente, mejorando el comportamiento de la fachada y las carpinterías; sin embargo, nos centraremos en las partes realizadas en madera. Éstas son: la fachada ventilada y los aleros recubiertos.
Para su construcción se escogió madera de pino rojo tratado en autoclave para una clase de riesgo IV. Las sales que se forman con el tratamiento son bastante feas, por lo que decidimos lijarlas unas milésimas y aplicarles tres capas de lasur, dos manos de pigmentado color wengué y una de incoloro.
La intención de recrecer los aleros tenía un objetivo doble, por un lado alejábamos el agua de la nueva fachada; por otro, cambiábamos su volumetría. Para el alero norte se optó por utilizar una “traviesa ecológica” (no sé muy bien porqué se llama así) fijada al alero con taco químico y varilla roscada. Para el alero este, que alojaba el canalón, hubo que diseñar una estructura en acero galvanizado que permitiera alojar los rastreles necesarios y que resistiera las fuertes cargas de viento de la zona, así como la intemperie.
Para que el conjunto resultara armonioso, era fundamental mantener las tablas en posición vertical, siguiendo en cada momento el ángulo del faldón. Esto ampliaba la junta definida por la grapa entre tablas a casi 5mm, cuando nosotros buscábamos 3, pero la diferencia resultó ser casi inapreciable.
La evacuación de agua de pluviales tan cerca de una estructura de madera no dejaba de ser un tema delicado, por lo que se diseñó un sistema de chapa plegada que ejerciera de canal, solapado con un protector para la testa del mismo material. Hicimos pruebas con mangueras en todo el recorrido de pluviales y no observamos ningún punto débil en el diseño.
El resultado son dos aleros fuertemente anclados a su estructura portante y que cumplen su doble función de proteger la fachada y definir la silueta de la casa.
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