Pues lo que hago es utilizar el sistema de Paul Sellers. Me he tirado años afilando hasta el extremo y al final me he dado cuenta de que no merece la pena. Te cuento mi opinión.
Al final es pura física. Cuanto mas afilado , por mucho que queramos, tenemos una superficie de corte menor (por eso corta mas), mayor presión y al final te dura con ese filo extremo que te cuesta tanto conseguir, dos telediarios. Me di cuenta de que lo importante es optimizar el tiempo que usas la herramienta con un filo decente. El filo extremo te dura cuatro pasadas en madera dura (que es lo que yo uso). EL resto del tiempo el filo extremo se pierde y usas la herramienta con un filo digamos bueno pero no extremo y resulta que te da mas pereza volver a afilar porque sabes el tiempo que te va a llevar.
En conclusión, si usas un buen filo que tardes poco en conseguir, al final estás mas tiempo trabajando entre afilados con la herramienta en un estado correcto.
Es mi forma de pensar. Yo no necesito virutas transparentes. Son la leche por el puro placer de conseguirlas, pero para poco mas. Trabajar es otra cosa. Para mis guitarras, cuchillos, y otras cosas, en pocas ocasiones necesito ese filo extremo.
Si has trabajado en un quirófano verás lo que le dura a un cirujano una hoja desechable de bisturí ( y no cortan nada parecido al ébano). Y si ves a uno que opera ojos, los cambian cada cinco minutos. Y hablamos de acero quirúrgico de una calidad que flipas.
En fin, que me enrollo.
Tres piedras de diamante. Gruesa, media y fina. Es un poco ficticio porque con el uso de suaviza el grano muchísimo y acaba siendo como si usaras un grano medio, fino, mas fino ( mas o menos 1000, 3000, 6000 ) calculo yo así a lo bruto. Luego unas pasadas por el cuero ( ese tan denostado pero que usaban todos los barberos) y a trabajar.
Espero no crear polémica. Es solo mi opinión…